martes, 13 de octubre de 2009

Soy ecuánime

Los genios estamos por sobre los celos y envidia de las mortales
No es facil conformar a todas, no es facil. YO, el Gran Monotributo, el querubín superdotado de Plutón y urbanizaciones vecinas, lo sabe mejor que nadie. Todas quieren estar con YO, mostrarse junto a YO, pasear con YO, porque saben que en el Universo entero no hay ser más perfecto, más varonil, mas hermoso y sobre todo más modesto que YO, el Gran Monotributo, el que se tira a menos para no causar la envidia de los otros dioses. Las mujeres de todo el orbe mueren por YO, desfallecen de placer, arden en un tizón encendido que les convierte las partes pudentas en un humedal de pasión irrefrenable. Se que tiemblan sus gladiolos esperando ser polenizados por el Adonis de Plutón, el mancebo mas femeninamente ambiguo de la Estratósfera, osease YO, la virilidad andante. Pero mi insuperable inteligencia y mi memoria prodigiosa me indica que debo mantenerme equidistante. Ser el provocador de las pasiones del gineceo terrenal pero no dar mi cuerpo perfecto y mi sexo inconmensurable a una en particular. Por eso, en las noches de plenilunio, cuando salgo a dar una vueltita por los jardines del segundo anillo de Saturno, de mi augusto brazo se aferra tiernamente un...maniquí. Para que ninguna masita de vulva ansiosa pueda recriminarme: "¿porque a ella sí y a mi no, mi Amo y Señor?"...No es facil ser un Dios, no es facil.