Solo así no me persiguen mis fans

Esta es la única forma en que puedo moverme por los lugares públicos con alguna tranquilidad sin sufrir el acoso permanente de mis fans y también de muchos masitas de sexo dudoso que ven en MI (al igual que mis admiradoras del Universo Entero) al gran macho cabrío, a la inteligencia suprema hecha potencia viril, a la unión de lo bello, lo intelectual y lo erótico en una conjunción armoniosa nunca superada. Pero fundamentalmente ven en MI a la quintaesencia de la modestia, la humildad, el perfil bajo. Soy conciente que MI hermosura es enceguecedora y potencia la envidia de los maracas y la líbido de las mujeres todas. Debo entonces ocultar mi egregio andar por las cortadas, pasajes y bulevares del Orbe entero, transitando así camuflado. Pero el aura de genialidad y beyeza que irradio pese a mi natural modestia torna inutil el intento: a poco andar, sea por la Perspectiva Nevky de San Petersburgo, por la Quinta Avenida de Nueva York, por la Puerta de Brandeburgo de Berlín o por la Buenosaire al fondo de Casilda, todos caen rendidos a mis augustos pies mientras gritan poseidos: !Genio, Genio, Genio!